29/6/10

Rafael Díaz Casanova // Padre Ugalde, muchas gracias


Escribimos estas líneas el lunes 21, día de San Luis Gonzaga, quien como Ugalde, fue sacerdote jesuita y vivió apenas veinticuatro años, entre 1568 y 1591, por lo tanto tenemos que comenzar esta nota felicitando a nuestro querido rector con motivo de su onomástico.

Nuestro motivo fundamental es el de destacar su dilatada actuación como rector de nuestra Alma Máter de donde egresamos en 1963.

La Universidad Católica Andrés Bello, con el nombre de Universidad Católica de Venezuela, fue autorizada, junto con la Universidad Santa María, el 24 de octubre de 1953 durante el gobierno del general Marcos Pérez Jiménez dentro de las regulaciones de la Ley de Educación que se promulgó ese año. Tres días más tarde, en la tradicional esquina de Jesuitas, comenzó a formar hombres competentes y útiles para la nación venezolana, labor que hace hoy en gran escala y en varias latitudes.

El rectorado de la universidad ha reposado en pocas manos, en manos limpias y de hombres íntegros. Carlos Guillermo Plaza, el rector fundador y a quien le tocó tramitar el cambio de nombre para consagrar la universidad al humanista más grande que ha dado Venezuela y que es honra de América y especialmente de su patria adoptiva y definitiva, Chile.

El padre Plaza dirigió los primeros pasos de la UCAB desde 1953 hasta 1955. Lo sucedió ese gran larense que fue Pedro Pablo Barnola, hombre santo y de inmensa influencia en la universidad y en la Academia de la Lengua donde dejó profunda huella. Barnola dirigió la UCAB desde 1955 hasta 1959. Lo sucedió nuestro querido profesor de física, Carlos Reyna Rodríguez, el hombre que nos enseñó, entre muchas otras cosas, a manejar la "regla de cálculo", quien con su bonhomía, su experiencia y su sabiduría, llevó los destinos de la universidad durante diez años, hasta su completa mudanza a las tierras de La Vega.

En 1969, la Compañía de Jesús resuelve hacer un enroque y designa como rector de la UCAB al padre Pío Bello quien se desempeñaba como secretario y mudó a Reyna para que dirigiera lo que entonces era la "extensión" de la universidad en San Cristóbal. El rectorado de Pío Bello se extendió hasta 1972, fueron años de inmensa turbulencia política dentro de la universidad. Años de conflictos conceptuales y los jesuitas, con esa maravillosa mezcla de sabiduría y astucia, llegaron a la conclusión de que había que designar como rector a un hombre diferente, a un hombre que no vistiera sotana, sin que ello significara que no tenía que llenar todos los extremos de un magnífico católico.

Así llega al rectorado de la UCAB un hombre íntegro, un gran negociador con las limitaciones que la honestidad y la honradez le imponen y sobre todo, un MAESTRO en la enseñanza y en el comportamiento de un magnífico ciudadano, nuestro preparador de Descriptiva y luego profesor de esa y otras materias, Guido Arnal Arroyo; Guido condujo los pasos de la universidad en una difícil época de reorganización y focalización. Su mandato se extendió por dieciocho años, desde 1972 hasta 1990 donde, con mano firme y segura logró el crecimiento y la estabilidad que la casa de estudios necesitaba y merecía.


En 1990 y por los veinte años más recientes, muchas veces contra sus deseos, la Compañía de Jesús le otorgó a Luis Ugalde todo el respaldo necesario para que la universidad, ahora, se constituyera en referencia obligada de lo que una universidad debe ser en el concierto de la nación venezolana y la condujera dentro del bullido ambiente que ha reinado. Analizar su actuación nos ocuparía muchas veces el espacio de que disponemos. Su calificación es la máxima posible.

Para sucederlo, el Consejo Fundacional de la UCAB y la Compañía de Jesús han designado, de acuerdo a lo que establecen los estatutos de la universidad, al también sacerdote jesuita José Virtuoso quien ha dirigido con éxito ese centro de pensamiento que recibe el nombre de Centro Gumilla.

Como venezolano, como ucabista, como católico y como hombre que aprecia la excelencia y otros tantos atributos que están siendo agredidos en este extraño país, agradezco a nuestro eximio rector Ugalde, con todo mi corazón, por las labores desempeñadas en favor de nuestra comunidad y le deseo el más fructífero éxito en la conducción de los centros educacionales que regentan los jesuitas en América.

Artículo

Rafael Díaz Casanova , Padre Ugalde, muchas gracias.

Publicado en diario El Universal, con fecha 25 de Junio de 2010. Con permiso del autor.



rafael862@yahoo.com
twitter.com/rafael862




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